miércoles, 9 de marzo de 2011

Lejos


Me toco la barba intentando concentrarme en ello.
Rebusco en mi cabeza para desterrar.
No quiero acordarme de ese..
ese..
Incapaz.
Lo dejo e intento hacer otra cosa, pero...
Imposible.
Imposible concentrarme en ello.
Incapaz.
Ese maldito martilleo me sigue rebotando en la cabeza.
Casi igual de molesto que tus miradas al pasar.
Casi igual de continuo que la lluvia al golpear el cristal.
No paran ni un segundo.
Incapaz.
¿Hay algo más bonito que un día de lluvia desde la ventana de tu habitación?
Una cortina de lluvia,
un cielo encapotado,
tu melena enredada en mis dedos
reflejando mi parte más alegre.
Viendo las nubes pasar.
Regalando recuerdos al mal tiempo,
pero ninguno es ése.
Y sigo sin poderlo olvidar.
Parece que las nubes hayan llegado a mi cabeza.
Me encuentro contigo,
pero la situación no da para más.
Hace tiempo que empezó la tragedia
y que tiramos los sueños a alta mar.
¿Dónde iremos a llegar?
Ni el infierno sería capaz
de derretir este sueño de amor helado.
donde tu sola nos has hecho llegar,
y donde tus dedos nos han colocado.
El segundero de este reloj ha empezado a contar hacia atrás.
No nos puede devolver la razón,
o quizá no quiera hacernos regresar.
Te ha llegado la hora,
no quiero volverte a recordar.
Tu imagen es mi sueño vacío
si te veo será cosa del azar.
Pero de nuevo amanece en la ventana
y este tiempo no ayuda a olvidar.
Tu pelo agita la lluvia
la hace chocar contra el cristal.
De nuevo el sueño helado
quiere volver a despertar.
Mi intención es poder olvidarte
y tu cara no dejarme en paz.
Tu recuerdo se vuelve pesadilla
del cual no puedo ni quiero escapar.
Me confieso encadenado a tu alma
y tu a hacer mi mente sangrar.
Aquellas palabras veladas
no llegaron a ningún lugar.
Hoy se que nuestro día nublado
será siempre mi divagar.

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